sábado, 31 de enero de 2009

Nick Drake: "El trovador trágico de las mil estrellas" Parte 2

Trovador de los bosques, perdido en la gran ciudad.

Ese mismo año, se traslada a Londres, decidido a afianzar su carrera como músico, pese a la tibieza con que fue recibido su primer albúm. Así, en la soledad de un cuarto de Londres empieza a componer las piezas de su próximo álbum, “Bryter Layter”. No obstante, intenta realizar una serie de conciertos para promocionarse, pero el intento fue en vano. Nick Drake, por esos tiempos, comenzaba una retirada hacia esa otredad que muchas veces condena a los genios o talentosos. En los conciertos que no fueron más de una docena, jamás levanto la mirada o dijo palabra alguna a su público. La imagen que los pocos concurrentes recuerdan, era la de un larguirucho sentado que de manera cansina, susurraba sus melodías mirando fijamente sus zapatos. Sumado a que Nick, utilizaba raras afinaciones en sus canciones y tocaba solo con una guitarra, entre tema y tema, perdía numeroso tiempo para lograr la afinación correcta de la canción a ejecutar. Todo esto, hice que luego solo realice ocho presentaciones en vivo, y luego no lo intente nunca más, hasta 1970. Muchos dicen que la parquedad de una megápolis como Londres, afecto definitivamente el débil carácter de Nick. Así, durmiendo en los pisos o sofas de casas de amigos, empieza a componer “Bryter Layter”. El disco, se compone de canciones que suenan optimistas, pero en realidad ocultan un claro estado de abatimiento respecto a la vida, y la manera con la cuál se construyen las relaciones y el amor. Por esos tiempos, Nick tuvo lo más cercano a una relación amorosa (reflejadas en parte en los temas “Hazey Jane I”, pero que en su timidez o torpeza expresiva, la misma rápidamente se trunco. Producido por Joe Boyd, y con una fuerte producción, que consta de arreglos de cuerda de todo tipo, sumado a la inclusión de instrumentos clásicos como el bajo y la batería. Nick deja el sonido orgánico de su anterior albúm, y sumado el aporte de John Cale, en los temas “Fly” y “Northen Sky”, elabora un disco que mezcla el Folk melódico con el cocktail jazz. Así, luego de ciertas disputas con su productor, finalmente termina el disco, el cuál es editado en 1970. Con sólo 21 años, Nick da cuenta de su bipolaridad incipiente en temas como “One of these things first”, con frases como, “I could have been a sailor, could have been a cook, A real live lover, I could have been, One of these things first”, (Yo podría haber sido un marinero, podría haber sido un cocinero, Un amante de carne y hueso, Yo podría haber sido, Una de estas cosas en primer lugar), o “Fly”, “Please give me a second grace, Please give me a second face, I've fallen far down, The first time around”, (Por favor, dame una segunda gracia, Por favor, dame una segunda cara, He caído mucho más abajo, Que la primera vez). En la tapa del disco, aparece sentado sobre una guitarra acústica de 12 cuerdas, quintaesencia de faz artística, mientras que en la contratapa, aparece de espaldas, en una suerte de caminata, empuñado su guitarra y un libro. “Bryter Later”, representa las visiones de un forastero perdido en Londres, que consciente de su talento para la música utiliza la misma, para dar cuenta de ese estado inestable que hace de los genios, incapaces para sostener situaciones cotidianas y afectivas simples. El trovador de los bosques, no puede sintonizar su cuerpo y alma frente a los muros de la gran ciudad y entonces debe pedir nuevas oportunidades para volar (“Fly” o “One of these things first”), aunque los vientos soplen a contramano.

Redención y ascensión, entre lunas y estrellas
La psicosis, según términos científicos, “se caracteriza por ser un desorden mental severo, con o sin un daño orgánico, caracterizado por un trastorno de la personalidad, la perdida de contacto con la realidad y causando el empeoramiento del funcionamiento social normal”.
Hacia 1970, Bryter Layter, debido a la arquitectura musical con que fue construido, parecía ser el disco que le iba a dar cierta fama a Nick Drake, pero ocurrió todo lo contrario: tibio reconocimiento de sus pares y una marcada indiferencia de la prensa especializada en música. Nick intenta nuevamente una serie de nuevos conciertos, para promocionarse. Finalmente en el Ewell Tecnichal Collage, el principio de la barranca asomo para Nick. Monosilábico, se retiro sin decir palabra alguna, mientras ejecutaba “Fruit Tree”, y cuando todos sus allegados fueron a preguntarle que paso, el simplemente alegó: “No valía la pena, no había conexión alguna”.
La frustración por no poder superar sus miedos a presentarse en vivo, fue acrecentada por la venta de Witchseassons records, (por donde había editado sus dos primeros albúms), de su productor y gran amigo Joe Boyd al sello Island Records.
Toda esta frustración, lleva a Nick a un estado de profunda depresión hacia 1971, y que lo invadiría constantemente hasta el resto de sus días. Así, luego de una visita corta al psiquiatra quien le receta tres antidepresivos diferentes, decide volver a la casa de sus padres en Tanworth in Arden. Con un sueldo de solo 20 libras semanales, se recluye de manera autista y pasa sus días, cabizbajo observando fijamente sus zapatos y de vez en cuando, sale a recorrer con su auto las carreteras sin rumbo fijo alguno. Incluso Sophia Ryde, lo más cercano que tuvo a una novia, (los temas “Hazey Jane I” y “Hazey Jane II”, Nick se los dedicó a ella), lo abandono debido a que sus diálogos eran cada vez más monocordes y delirantes.
Hay diferentes versiones acerca del origen de Pink Moon. Algunas señalan que Island Records, no quería ni deseaba, un tercer disco de un artista que no podía vender más de tres mil copias, y que estaba en un aparente deterioro físico y mental. Otros alegan, que Cris Blackwell, dueño de Island por ese entonces, apreciaba el trabajo de Nick, y que luego de pagarle unas vacaciones en la costa española, le recomendó que llame al productor John Wood, para que grabe un nuevo álbum.
Pink Moon, es un disco que se grabó en apenas dos días. El disco fue elaborado con una estructura esquelética, ya que sólo se escucha en el mismo, la guitarra acústica y la voz de Nick, excepto en la canción “Pink Moon” donde hay leves arreglos de piano.
El disco es claramente un preludio de lo que iba a suceder dos años más tarde. Nick Drake, era una suerte de romántico que en el viaje de la vida, perdió debido a sus propios temores la cuota necesaria de narcisismo para que esta le sea más leve. Así, ante cualquier brisa en contra, queda literalmente expuesto. Pink Moon, no es un disco fúnebre, sino por el contrario, un viaje plácido, intimista y sensual, dónde la decepción o tristeza, es mitigada, en diálogos confesionales con cuerpos celestes, campos y árboles. Nick, aún sintiéndose en las penumbras de la soledad, deja de lado todo infierno dantesco, y confecciona una obra, de total redención y aceptación de sí mismo.
Temas como “Pink Moon”, donde la letra dice “I saw it written and I saw it say, Pink moon is on its way, And none of you stand so tall, Pink moon gonna get ye all, And it's a pink moon, Yes, a pink moon”, (Lo he visto escrito y lo he visto decir, La luna rosa está en camino, Y ninguno estáis a tanta altura, La luna rosa va a alcanzaros a todos, sí es una luna rosa), hablan de esa necesidad de buscar en lo invariable de la naturaleza, un ancla, para compararse con los demás, y escaparle a sus graves problemas de socialización. “Place to Be”, habla de esa pérdida de ilusión con respecto a la magia que la vida en algún momento le otorgaría, con frases como “When I was young, younger than before, I never saw the truth hanging from the door, And now I'm older see it face to face, And now I'm older gotta, get up clean the place”, (Cuando yo era joven, más joven que antes, Nunca víi la verdad colgando de la puerta, Y ahora que soy más viejo la veo cara a cara, Y ahora que soy más viejo tengo que levantarme a limpiar el lugar)
Quizá el tema que representa esa aceptación de la estación otoñal de su corazón y sentimientos, se defina claramente en uno de los mejores temas de Nick Drake de toda su obra: “Things Behind the Sun”. La canción resulta un murmullo de pesar, que construida en la particular afinación de guitarra que Nick usaba, hace que su voz suene sensualmente mortificante. La frase, “Take your time and you'll be fineAnd say a prayer for people there, Who live on the floor, And if you see what's meant to be, Don't name the day or try to say, It happened before”, (Tómate tu tiempo y estarás bien, Y reza por la gente, Que vive en el suelo, Y si ves lo que se supone que hayNo nombres la fecha ni intentes decir, Que ya pasó antes). La tapa del disco, muestra siluetas grotescas como desprendidas de una suerte “Naranja-Queso”, en dónde la cabeza de un payaso tiene la forma de un corazón. La misma sugiere un fuerte contraste a las montañas y lagunas que se observan por detrás, quizá un símbolo del estado alterado mental de Nick, que por esos tiempos ya ni siquiera su amor por la naturaleza podía combatir. La contratapa, parece un epitafio perfecto. Un desdibujado Nick, camina de espaldas, pero sin guitarra o libros, seguido solamente por un perro. Si Bryter Layter, aún daba chance para sentir que el creía en la música como salvación, mientras caminaba por un bosque, en Pink Moon, la música solo sirve como banda sonora del hundimiento espiritual y físico que lo aquejaba por aquellos años.
Luego de prolongadas crisis nerviosas, con breves internaciones en neurosiquiátricos, Nick, finalmente fallece el 25 de noviembre de 1974, producto de una sobredosis de antidepresivos, en la casa de sus padres.
Así, como el fundador de los numantinos José de Espronceda, hablaba de su propia cosecha de la vida, como escudo frente las tempestades de amoríos frustrados, Nick Drake, retoma con su música parte de esa soliloquio romántico. Sembrando un legado dónde la música revivifica el tesoro universal de los poetas de mil estrellas, que en su paso por la tierra dejan una estela fugaz y eterna, ratificando que lo importante sigue siendo la nobleza de espiritual, ya sea en lo agreste o suburbano, en la dulce tertulia o en la decadencia de todo sueño romántico terrenal. Aún y a pesar del frenético y sin sentido “polstergeist espiritual” de los tiempos actuales, dónde la salvación pareciera estar más en el legado de las obras de héroes anónimos como Nick Drake, que siempre nos recuerdan porque es bueno mantener la aptitudes virginales, profundas y sensibles de nuestra alma, sabiendo que más allá de cualquier funesta consecuencia, siempre nos espera el resguardo misericordioso y eterno del cielo y las estrellas.

Nick Drake: "El trovador trágico de las mil estrellas" Parte 1


El arte, y especialmente la música, numerosas veces, nos sirve como refugio de los miedos e inseguridades que atraviesan nuestras vidas desde pequeños. Nick Drake, a través de susurros musicales atemporales, pareciera ser una muestra del trágico poeta que nace con la mejor estrella, y que avizorando la extinción de la misma, elige ascender al mágico y celestial panteón de los románticos eternos.


Brotes de agreste romanticismo


“Batallas, tempestades, amoríos, por mar y tierra, lances, descripciones, de campos y ciudades, desafíos y el desastre y furor de las pasiones, goces, dichas, aciertos, desvaríos, con algunas morales reflexiones acerca de la vida y de la muerte, de mi propia cosecha, que es mi fuerte” (Jose de Espronceda en su poema Canto I).

Los románticos presentan dos características fundamentales: Primero, su constante necesidad de buscar nuevas experiencias o sensaciones y su particular relación con la naturaleza. Esto les da a lo mismos un carácter revolucionario e inestable a la vez.
Nicholas Rodney Drake, nació en Birmania en 1948, debido a que su padre se encontraba supeditado a cuestiones laborales por esos tiempos. Luego de una forzosa vuelta a tierras británicas debido a que el clima tropical perjudicaba su salud, despierta una temprana afición por la música, logrando a los 4 años componer su primera pieza musical en piano, titulada “Cowboy Small”.
Ya hacia mediados de los 60’, el fanatismo por los Beatles y Bob Dylan, obligó a sus padres a comprarle su primera guitarra. Pese, a ser un atleta dotado naturalmente y caer bien, entre sus pares, Nick gustaba de la soledad y la observación de cualquier elemento de la naturaleza, sean las estrellas, los árboles o cuerpos celestes. Luego de finalizar su instrucción primaria en el prestigioso centro público de Marlbourough, se traslada a Cambridge en 1967, para comenzar sus estudios de literatura inglesa. Así, entre días de soledad, incipiente autismo y drogas, Nick comienza de a poco, a hacerse medianamente conocido en el circuito folk. de Cambridge. A finales del 67’, se junta con Robert Kirby, quién empieza a colaborar en algunos arreglos de las canciones de Nick, muchos de los cuáles recién verían la luz pública, casi veinte años después en compilados como “Time of no Reply”o “Tanworth in Arden, 67-68”. Luego de un viaje alucinógeno a Marruecos, donde cuenta la leyenda, desafió en un duelo acústico de fogata y haschís, al mismísimo Brian Jones, conoce a alguien que iba a ser fundamental en su carrera para mal y para bien: el productor Joe Boyd. Dueño de la compañía Witchseassions Productions y joven veinteañero al igual que Nick, queda fascinado al escuchar sus canciones. Su particular uso de las afinación de la guitarra, sumado a los clusters tonales que utilizaba, daban esa sensación de una hipnótica delicadeza clemente y hosca a la vez, ya sea para describir el paso ineludible del tiempo a través de personajes o marcos naturales como las estrellas, ríos o árboles.
Hacia 1968, y con Joe Boyd, como productor, comienza a grabar “Five Leaves Left”. El albúm rastrea cierta influencia del “Songs of Leonard Cohen” y del “Astral Weeks” de Van Morrison, en el sentido de la intensidad confesional de las canciones. A nivel sonoro y estructura instrumental, el disco es claramente orgánico en su sonido. Los arreglos luego de una intensa disputa con Boyd, fueron grabados por su amigo Robert Kirby, excepto en la canción “River Man”, realizados por “Harry Robinson”. Los mismos suenan barrocos, a través del uso de violonchelos y contrabajos, y encajan perfectamente en esa climatología melancólica y agreste, que acompaña a las canciones del álbum.
En la portada, se ve a un joven Nick mirando hacia abajo por una ventana, y en contratapa del albúm, se encuentra el mismo en cierta actitud desafiante, mientras se apoya en una columna de la calle. Ya desde el título, “Five leaves left”, (cinco para terminar) Nick habla sobre su obsesión por el paso del tiempo que deja atrás los recuerdos puros y virginales de su adolescencia. Los personajes descriptos en las canciones (Betty,) quedan estancados en la duda eterna de las acciones a tomar y lo único que fluye con normalidad parecieran ser los ríos, las flores y las estrellas. En temas como “Day is Done”, menciona la lapidaria duda existencial que nos acecha una vez desprendidos del refugio uterino, “when the bird has flown, got no one to call your own, got no place to call your home, when the bird has flown” (Cuando el pájaro ha echado a volar, no tienes a nadie que te llame, no tienes ningún lugar al que llamar a tu casa, cuando el pájaro ha echado a volar). También hay lugar, para narrar, ese estado de consciente abatimiento que conllevaba, desde pequeño. Así, despreocupándose de cualquier intento de colgarse del circo de neón de los famosos en la música, Nick Drake, en “Fruit Tree”, y con solo 20 años, narra en la canción, “Fame is but a fruit treeSo very unsound, It can never flourish, Till its stalk is in the ground, So men of fame, Can never find a way, Till time has flown”, (La fama no es más que un árbol frutal, Así, tan inestable, Nunca puede florecer, Hasta que su tronco está en el suelo, Así es como los hombres de fama, nunca pueden encontrar un camino, hasta que el tiempo ha volado”). Nick, parecía ser consciente de que pasan los hombres y el éxito o no de las mismos, y solo quedan las canciones. El disco, representa en síntesis, una suerte de autoexilio romántico, paisajista y agreste, que pareciera marcar un viaje de ida y sin retorno, dónde talento y creatividad, lidiaban con la marea turbulenta de la inestabilidad emocional, aún no tan visible en Drake. Así, como el lado bueno de Joe Boyd, eran sus dotes como productor, el malo era su poca capacidad para lograr difusión y promoción con el disco. Con la decadencia de los estribillos del “Mersey Beat”, eran tiempos de canciones de protesta y los cantautores de Folk, llevaban las de ganar. Sin embargo, una vez editado el disco en 1969, no tuvo reseñas favorables de la prensa especializada, y el único que lo apoyo con mediano entusiasmo fue el Dj de la BBC Jhon Peel. Incluso fue tal el nivel de desorganización, que la funda del álbum tenía, el orden de los temas de manera incorrecta.
Bernardo Damián Dimanmenendez

Trovadores del lustro "K": Guerra de Almohadas

1 ¿Por qué Guerra de Almohadas?
2. ¿Cómo definirían su música?
3. ¿Cómo se conforma la banda?
4. ¿Qué bandas les parecen interesantes en el plano local y en el plano internacional?
5. La mirada en su música, pareciera hablar de problemas de clásicos de juventud, como aburrimiento, desidia, drogas, incomunicación o anorexia sentimental. Frases como “Buenas noches a las 3 de la tarde, prefiero pasar el resto del día en mi cama” u “Horas de drogas y alcohol, picadas en la ciudad, 210 por hora, cuerpos muertos por hora ¿Para ustedes, los momentos de creación se encuentran más en estados de pasividad cotidiana, o en la aceleración de la noche, con sus consabidos estimulantes etílicos y toxicológicos?
6. ¿Hasta que punto ven hoy en día a la TV o Internet, como formadoras de un imaginario social, más que la experiencia de la vida misma, en el sentido de cómo se construyen ideas erradas sobre el rock, a partir de lo que rota por las grandes cadenas, acerca del mismo?.
7. ¿Cómo ven a la mayoría de los adolescentes que se acercan al rock, ya sea para escucharlo o practicarlo?
8. Esa especie de oda musical que practican entre el guiño irónico y la devoción, por el Manchester y su movida musical; ¿Creen que es posible que se desarrolle a nivel masivo, en un país tercermundista como Argentina, con lo rudimentario que se ha vuelto el gusto popular, producto de la decadencia económica y cultural?
9. ¿Cuáles son los planes o expectativas a futuro?


1.Teníamos una lista de nombres bastante particulares y al final quedo Guerra de almohadas, que no nos gusto mucho al principio, pero con el tiempo nos cabió. No tiene nada que ver con el planetario.

2.NO NOS GUSTA DEFINIR LO QUE HACEMOS, NUNCA PENSAMOS AL RESPECTO, Y NO NOS INTERESA SEGUIR UN ESTILO O UNA MOVIDA. LOS DISCOS QUE MAS NOS GUSTAN GENERALMENTE NO TIENEN CONCEPTO O UN ESTILO FIJO, NOS GUSTA MAS LA MEZCLA.

3.JUMA: guitarras, NAKA: bajo, PAUL: batería, TOMI: voces, teclados y demás. Últimamente lo invitamos a Santi, un amigo que nos ayuda con la percusión.

4.De acá y de ahora nos gusta mucho Babasónicos, El mató a un Policía Motorizado, Paralelos, Victoria mil, Los Reyes del Falsete… Y de afuera escuchamos MGMT, Strokes, Primal Scream… después cada uno tiene gustos diferentes.

5.El mejor momento es a las 9 de la mañana de un domingo, sin poder dormir por la resaca. Ahí salen cosas copadas. Pero la verdad es que no hay mucho laburo en la composición, las letras generalmente salen de frases que va rimando Tomás y después con el tiempo saco alguna interpretación, que va variando y depende el estado de ánimo. Esta bueno que no tengan un significado fijo y que cada uno piense lo que quiera. El laburo verdadero está cuando armamos los temas en la sala, y ahí estamos bastante sobrios porque sino pifiamos mal.

6.Los medios están ahí desde siempre, lo que proyecten solo te afecta si sos medio boludo o no tenés iniciativa. Debe haber mucha gente a la que la música no le interesa en lo mas mínimo, no nos preocupa eso a nosotros. Cada uno sabe lo que es el rock, y si viene Google y te dice que estas equivocado y le haces caso, bueno, pegate un tiro que se yo. A menos que Google tuviera razón.

7.Y, generalmente confundidos, sobretodo para practicarlo y escucharlo. Podemos decir que escuchar música y ensayar ayuda bastante. Si escuchas cosas buenas y tenes una mínima idea, no es complicado hacer algo bueno, pero tenes que ponerte y hacerlo en serio.

8.No, acá esas movidas no existen. Un movimiento implica una gran cantidad de personas y en Buenos Aires hay muy pocos que hacen cosas serias. Lo que a nosotros nos gusta de Manchester es la fiesta, el movimiento general no lo tenemos muy presente. Stone Roses es la única banda que escuchamos de la época. Lo que pasa es que Manchester es un titulo copado para un tema.

9.Estamos ensayando mucho porque en febrero grabamos el disco. Y a largo plazo, un river, un velez. Y después conquistar el mundo entero.