Ciclo en el Konex
El Mato a un “Nazi-bot”.
El martes pasado, en la ex aceitera Nidera (ahora convertida en centro cultural) y con la participación de las bandas El mató a un policía Motorizado, Bicicletas y Los álamos, continuó el ciclo de música auspiciado por el gobierno de la Ciudad. El evento fue de mayor a menor, pero confirmó la diferencia que hay entre bandas que tienen el “timing” para hacer de su obra una totalidad divertida e incluyente, y bandas que hacen de su arte una simple obsesión ególatra.
Para dar cuenta de un parámetro de análisis, tomaré en consideración dos conceptos: el de obra de arte y el de secta.
Obra de arte: Relación de intercambio, de transmutación, por la que una finitud determinada (ya sea la escritura, la pintura o la música), en la concreción de su expresión, se convierte en lo justo y apropiado para el artista. Aparentando ser lo absoluto, luego se desvanece en algo incompleto. Transformándose en un posible y nuevo advenir de sentido, dado por el público, ya sea lector, escucha u observador.
Secta: Grupo o movimiento que exhibe una devoción excesiva hacia una persona, idea o cosa, y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo. Trayendo como consecuencias, actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general.
Alrededor de las 8 de la noche la gente comenzó a darle marco al evento. La mayoría de ellos vestidos de manera informal, más allá de alguna que otra chica lookeada a lo vintage o a-gogó. El clima era frío y tranquilo. Se podía observar a varias parejitas copeteando algo y besándose de vez en cuando, los porro arty de siempre y algún que otro cuarentón curioso. La mayoría de la gente deambulaba entre el patio abierto y el stand de biblioteca (que de manera equivocada no puso a la venta los discos de las agrupaciones que tocaban y de manera más errada vendía más televisores rosas de plástico para decoración que libros interesantes). El murmullo aumentaba hasta que, alrededor de las 20 y 30, la agrupación platense El mató a un policía motorizado comenzó su set.
En el camino
El mató a un policía motorizado se formó en el 2004, está compuesto según sus nombres artísticos por: Santiago Motorizado (en voz y bajo), Niño Elefante (en guitarra), Pantro Puto (también en guitarra) y Doctora Muerte (en batería), además, de contar en vivo con la participación de un tecladista invitado. Llevan editados un EP “Tormenta Roja”, y dos LP “Navidad en Reserva” (2005) y un “Millón de euros”. Estos últimos son parte de una trilogía, aún inconclusa, donde se habla de las contusiones y desilusiones de la vida del siglo XXI. Sobretodo, de aquellas promesas que se rompen producto del vértigo de la vida misma (como si se tratara de una ‘road movie’ de entre fines de los 60’ y principios de los 70’), mostrando un paisaje en el cuál acciones y personajes conspiran para hacer de la tristeza su motor de acción.
Pese a los problemas de sonido, especialmente, respecto de las guitarras (había una excesiva saturación del volumen de las mismas que impedía que los acordes ascendentes y crudos, característicos de ellos, se apreciaran con claridad en la explosión de los estribillos; el motor de ésta banda platense). De cualquier forma, se destacaron “Viejo ebrio y perdido”, “El héroe de la Navidad” y “Navidad de reserva”. Temas rockers indies donde, a través del ritmo de la batería y la distorsión de las guitarras, se rinde un pequeño homenaje al indie rock norteamericano de los 90’, construido por Sonic Youth y Dinosaurio Jr hacia fines de los 80’, para que Pavement le diera forma definitiva durante los 90’. Lejos del exceso de pretencionismo conllevado por muchas de las bandas nuevas de esta década, “El mato” tiene una concepción de la música sumamente clara e inclusiva que invita a la comunión con el público oyente quien muchas veces termina participando y bailando (en esta ocasión duende de plástico en mano), durante sus temas arriba del escenario o incluso (como ocurrió hacia el final) con un “alterno-miope” tocando a la par de ellos el bajo . Sus letras son una clara elocuencia de ese querer huir a la velocidad de la luz por la primera carretera a mano cuando las cosas a uno lo abruman, pero siempre desde el plano en que el optimismo no esta muy lejos, sino al contrario, tal vez en la próxima estación de servicio. Lejos del pretencionismo sónico de muchas bandas de los 90’ - escapando a clichés estéticos que se han estandarizado en lo que respecta al under local desde que Babásonicos sacó su disco “Jessico” en el 2001-, con letras esperanzadoramente crudas y un re-descubrimiento del uso ascendente de los acordes de guitarras distorsionadas (que llevan a la banda en muchas ocasiones a una especie de “climax espacial”), “El mato a un policía motorizado” se posiciona como una de las principales bandas que forman parte de una real renovación del rock argentino. Distanciándose de comodities-culturales, como los numerosos fetiches de producción audiovisual “palermistas” (donde la languidez y el exceso hedonista llevaron a que bandas sin ideas copiaran, burdamente, cosas de afuera: Interama o Polaris se posicionaron arriba, en lo que refería a la nueva escena local), o el “rock barrial” (que debido a la insistencia en su ortodoxia, se ha “derechizado” al punto que se encuentra más cerca de hacerle un disco homenaje al “Rafa” Di Zeo que de consumar alguna obra fresca y creíble). De esta manera, “los motorizados”, evitan el sectarismo que solo crea “gheto musical” y aisla la posibilidad de que la música se vuelva un elemento popular y disparador de nuevas propuestas culturales. Logrando efectivizar, a través de su música y de sus letras, que la buena música se hace con garra, inteligencia y corazón; arriesgándose, siempre, sin temor al ridículo. El futuro es suyo.
A medio andar.
Alrededor de las 10 de la noche comenzó el set de Bicicletas, quinteto liderado por Julio Cesar (en guitarra y voz,), y secundado por Federico (a secas, y como primera guitarra), el bajista Ruki, el baterista Diano y en teclados por Nacho.
Formados en el 2003 Bicicletas cuenta con dos EP editados: “Deslizate Naranja” y “Discover” y un LP “Bicicletas” editado en el 2006. En los últimos meses se ha transformado en la banda más prolífica en lo que respecta a actuaciones en vivo, llegando a ser inclusive soporte del legendario Roger Waters, el pasado marzo. Con un sonido que mezcla el Progresive-wave de los primeros discos de Inxs (sobretodo los discos “Shaboo Shobaa” y “The Swing”) a través de los colchones sonoros del sintetizador, y los discos más poperos de los “archirecurridos” The Cure (sobretodo, su época más pop como el disco “The Top”) con el “Rock-Sónico” de principios de los 90’ (a través el uso de acordes partidos sumamente melódicos en la guitarra). Los Bicicletas, cuentan con buenos temas, sobretodo, cuando se pone al comando de las canciones su baterista Diano (como ocurre en los temas “Ojos” y “El Sol”) permitiéndose la banda aprovechar más el rol de cada uno sin caer en excesos abrumadores para el oyente. En esos dos temas, que fueron los más enérgicos, Julio César (fiel al estilo de aquel emperador romano) no cae en el exceso mesiánico y de veborragia que a veces lo excede, respeta más los silencios que la música debe tener. Logrando que las canciones se proyecten más libremente, y la banda alcance una dimensión músical más que interesante. En el recorrido de los temas, puede verse como Bicicletas, en algún sentido, presenta una propuesta un poco más astuta que muchas de las bandas del under que tuvieron cierta repercusión mediática. Sin embargo, por momentos, en un intento por abarcarlo todo, y rodeados de cierta “auto-egolatría” barata, algunas de sus canciones terminan en un “maistream” compositivo ya acotado, corriendo el riesgo de embotarse artísticamente y pasar rápidamente a ser una banda más del montón. Respetables y con el deseo de que se vuelvan más salvajes.
Fuera de foco
El cierre del evento, estaría a cargo de Los álamos, banda liderada por Pedro López (en guitarra acústica y voz), y secundada por Ezequiel Safatle (en guitarra eléctrica), Jonah Schwartz (en mandolina y armónica), Matías Campo (en bajo) y Gabriel Sanabria (acordeón y trompeta). Cuentan con dos LP editados, “No se menciona la soga en casa de ahorcado)” y “Emboscada”. En el recorrido de su show, pocas veces se observó en la historia de la música una misoginia artística tan previsible y contraproducente. Tema tras tema, el mismo público que antes había saltado durante “El Mato” y en menor medida con los Bicicletas, se fue, lentamente, durmiendo. Su cantante, Pedro, permitiéndose todos los clichés fetichistas a nivel estético, y queriendo imitar fácilmente a Marc Bolan (ex líder de T-Rex), lo único que hace es aumentar la ironía del público concurrente. Su show es lineal y no hay diálogo posible. Él vive su “ghetismo” a pleno, se toma el permiso de cantar en ese fonético inglés académico donde el “slang” y el “cokney” que hacen a la idiosincracia del verdaderamente anglosajón es imposible de adquirir (licencia que sólo puede tomarse Luca Prodán, hijo de madre escocesa y que vivió el “swing” diario británico durante más de 15 años. O sea, a lo que voy, Luca se cagó a trompadas, tuvo su primera experiencia sexual y con las drogas rodeado de léxico británico, y no precisamente del que enseñan los Firts Institutes por estos lugares). Con un público mayoritario de habla hispana, y -lo peor- siendo hispano él también, su música anodina, suena como si a Russ Mayer (creador del genero de películas “sex-plotation”) le hubieran hecho una lobotomía y, de vuelta en su casa, con el cerebro “crakeado”, le diese por tocar la guitarra tratando de imitar algo del “country –folk” de Crosby, Still, Nash and Young. Este exceso de solemnidad y “auto-apharteid” al cantar en otro idioma del nativo sólo me trae el recuerdo de la “coolmania barata” que tuvo lugar en los 90’ a través de “Willie Crook and the Funky Torinos” como uno de sus máximos exponentes. Tal vez tenga la solución para Pedro: ¿por qué no se contacta con algún sobrino punk de Bergara Leuman, y junto con Willie Crook, pone una “Boutique del Cool Argento”? Seguro que (“bigotes ideológicos” mediante), Canal 9 le da un espacio en su programación. Desde “Harvest Moon” a “Lost Alamo”, su arte no quiere aparentar una lectura absoluta, peor aún es un “Unicato absolutista” de la expresión artística. ¡Heil a Pedro! y a sus integrantes, que no pueden mirar dos centímetros más allá de su ombligo. En fin, capaz alguna de las groupies que los esperan a la salida los haga reflexionar.
El ciclo termina. Voy caminando despacio a tomar el 124 que, como siempre ocurre, pasa cada 124 minutos, mientras lo espero, una chica de unos 20 años se pone impaciente porque, aparentemente, hace ya varios minutos que estaba esperando el colectivo, llama a la madre por celular dice que ya llega a la casa, le comenta que se fue antes porque estaba cansada y aburrida. Sin embargo, una vez que terminó su conversación telefónica, sacó repentinamente un disco del bolsillo de su campera: es el último disco de “El mato”, y mientras lo observa, el brillo de su mirada y los rasgos hoscos de su cara empezaron a cambiar, quizá todo un reflejo de la noche vivida.
Bernardo Damián Diman Menéndez
4 comentarios:
No crees que de alguna manera vos tampoco ves 2 cm mas alla de tu ombligo arrogandote la capacidad de decretar qué es lo que entra en arte y qué en secta a tus ojos? Y explicame si no hay una "OBSESION EGOLATRA" en esta necesidad imperiosa de definir y encasillar constantemente, de explicar, de pretender que cargas con la verdad?
Hay mucho mas de sectarismo en tus pobres palabras, pseudo intelectuales y de un tambien pseudo ghetto de gente interesante, cuando por ejemplo, comentas sobre los televisores rosas y la falta de libros interesantes.
Este blog no es mas que una consecuencia de tu extrema necesidad de aprobacion ajena, de tu necesidad de pertenecer, de existir. No hables de ghetto cuando esta a simple vista que solo soñas con ser parte de algo.
Sos asquerosa y pateticamente una OPINION POLITICAMENTE CORRECTA.
Heil, Bernardo!
lo mio no es ni a palos pseudointelectural, me nutro de lo que me pasa por la cabeza en el momento. Segundo, dije que en los libros y televisores tendria k haber discos (que no sean siempre propiedad intelectual del hippie de ultra pop), tercero yo no kiero la aprobacion de nadie, con que me salte la lechita cada vez que me pajeo me alcanza y tercero yo puedo pertenecer a cualquier cosa menos a la ñoñatez de un languido como vos que se publica como water resist, como puede ser que no te llames walter gomez o perez para tener un poco mas de credibilidad. Y politicamente correcto sos vos cada vez que aplaudis un tema de los alamos, y encima te compras los discos, Digo yo ¿pork no te vas a comprar los discos de fito paez y los escuchas con el negro oro asi te dan bola,?, rebelde way. Tenes un concepto de musica tan parecido al de los rugbiers para hablar de punk Besos.
TE cito porque parece que ni vos mismo sabes bien lo que escribiste: "y de manera más errada vendía más televisores rosas de plástico para decoración que libros interesantes" (que obvio soy, que inteligente, prefiero los libros a las tv rosas!!!)
Y por ultimo, no hacia falta que aclares nada, con leer un poco de lo que escribis, cualquiera se da cuenta de que se trata de un simple pajero, verborragico y con complejo de inferioridad.
Espero que, por el bien de la humanidad, tu lechita siga quedandose entre tus dedos y no vaya jamas a generar otro pequeño opinologo de bolsillo.
Buen dia y que la vida te siga dando mucho de que hablar asi no tenes que buscar por otro lado el sentido pauperrimo de tu existencia.
Seguis enmarcado en algo lateral de la nota que solo di cuenta para mostrar un marco de accion. (salvo de que seas de los boludos que se compra televisores de plastico y se los pone colgado en el techo del cuarto o se lo regala a la novia, con el solo hecho de que seguro es tan fea, que es mejor mirar esa tv rosa mientras pasan much musica, antes que tocarle una teta. Sos obsecuente, no haces hincapie en los detalles musicales que es lo importante de la nota, y te seguis poniendo walter resistant, sos como un judio ortodoxa con kippa tratando de entender a la musica, por afuera del antiguo testamento, o un mormon qusiendo escuchar musica country mientras la esposa granjera se serrucha al peon o peor sos como macri intentando hablar de la vida misma. EScucha mas música y hasta que no te pongas un nombre concreto no te respondo mas, me aburris. Igual quedate tranquilo k no soy nazi, (no te borro los comentarios), y cuando publiques con tu nombre o me muestres con hechos concretos referidos a la musica pork tenes otra opinion volvemos a hablar. MIentras tanto, tira esos discos de coiffeaur que tenes en el armario y volve a escuchar rock. Saludos agua resistente.
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