miércoles, 10 de octubre de 2007

Alegría y Vintage


El pasado sábado en el hotel Bauen, se presentaron las agrupaciones Cinerama y Superflan. En el marco de un show, que sirvió como pequeño decálogo de reactualización de la etapa más fresca y vivaz del pop nacional (esa que va del año 83’ al 87’), en dónde la simpleza de las letras se decora de música democráticamente afectuosa para el público. .

El hotel Bauen que funciona como eficaz cooperativa auto-gestionada, y desde hace años realiza acertadamente en su sótano de gala, todo tipo de fiestas y eventos musicales, fue el lugar elegido para la velada musical de sábado por la madrugada.
Quizás la estética del lugar, la cuál es plenamente “ochentosa”, y se encuentra plagada de espejos en las paredes, con alfombras por doquier, (como si el fantasma de la recordada “boite” Mau-Mau siguiera viva), pareció ser el marco ideal para que bandas que entienden tan bien el concepto de cancionata pop-vintage argentino, como lo son Cinerama y SuperFlan, brinden los soplos musicales que la noche ameritaba.
Cinerama, (banda que cuenta con un LP editado el año pasado “Ahora o nunca”), abrió la jornada con “Un Ángel”, tema que retoma los “proto-riffs” del inicio del rock sónico argentino y que sirve como esqueleto musical del principio de la canción, (escuchar “Fin de semana salvaje” de los Brujos), mientras la base de bajo frasea cortante y la batería es continuamente poderosa. A partir de esta ecuación musical, los cinerama caen acertadamente en el plan de estribillo “hitero”, logrando destilar una musicalidad “vintage” que los acerca al Charly García de “Clix Modernos”, o al primer Calamaro de “Hotel Calamaro”. Le sigue a esta, “Yo usé tu amor”, de propuesta más directa y básica, en dónde el comando del tema pasa por la voz de su cantante (Santiago), y cerrada por el solo, como si se tratara del final de un spot publicitario, de esos que eran frecuentes en las publicidades comerciales de hace 20 años.
Le sigue el cover de Fito Paez “Fue Amor” y para no perder la sintonía de resignación sentimental suena “Escapar”, balada que pareciera extraída de los programas nocturnos de Radio el Plata, de principios de los 80’, cuando los hippies argentinos comenzaban su réquiem y el reviente toxicológico de sus sobrevivientes era ya una realidad.
Si de renacimiento y de readaptación a un contexto musical nuevo se trata, nada mejor que revisionar la obra de Charly en los 80’. Así los Cinerama, hacen un “medley” con un par de temas de la camaleónica y acertada música del “bi-color” durante dicho tiempo.
Casi cerrando suena “Terror”, tema de soporíferas programaciones, que va en un “in-crescendo” (legado bien retomado de “Colores Santos”), a través de la seducción funk de la guitarra, y que se vuelve inesperadamente ecléctico, a partir de la participación como invitado en la voz del rapero “El Ghetto”, la cuál tiño de cierto matiz “hip-hopero”, una canción que aparentaba un color “shoegaze” electrónico. Finalmente, cierran con “Ahora o nunca”, y los aplausos son merecidos como esos films en dónde la obra es circularmente bien llevada, salvo que en este caso la proyección es solo sonora.
A continuación Superflan, sirvió un postre ameno plagado de sonoridades musicales, “funky disco” que albergó las huestes naturalmente rockeras hacia fines de los 70, de Rod Stewart o los Rolling Stones.
Banda que hace de su afección nómade un legado en dónde la alegría no es buscada sino ofrecida, como un desafío valeroso que deja atrás cualquier temporal sensación de angustia o pena pasada. Casi como si el dogma de principios de Los Orions (ese que decía “Toda la noche tocando en una banda de rock and roll..”), se haga presente de manera instantánea.
Arropados uniformemente de “elegante new-wave” oscuro, los Superflan, abren con la bailable “Nena Rolling”, para pasar luego a “Dejen los Problemas”, “Te voy a extrañar” y “Libertad”, para luego ejecutar un popurrí de covers de temas tan disímiles como lo son “Miss You” de los Stones o “Sweet Child of Mine” de los “Guns and Roses”.
Así paso la noche de música, en dónde se observó que tomar elementos añejos, siempre es sustancial en la música para dar cuenta que todo presente sonoro, tiene un pasado soñado o anhelado, y reactualizarlo es siempre válido, mientras se realice en forma acertada y sin caer en los errores de la burda copia o falta de ideas. Cinerama y Superflan así lo reflejaron, solo faltó que a la salida regalen los famosos chupetines “Topolinos” y porque no, ver pasar juntos y de la mano al “Goyco” y Susana Romero.

Bernardo Damián Dimanmenendez

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