En la historia de los deseos y la realidad, entre los sueños y lo concreto, siempre lo primero parece imponerse a lo segundo. La biografía de Jarvis Cocker, parecería romper con todo este presupuesto histórico. Desde su armazón de hierro en los 80’, como freak denostado, hasta su metamorfosis como dandy aclamado en los 90’, elabora una carrera artística como si se tratara de un gitano explorador de los sentimientos propios y ajenos.
Así en dicha búsqueda, menguando entre la pesadumbre y la consagración, entre el abatimiento y el hedonismo, describió en sus canciones una carretera de emociones cotidianas, narradas con sensualidad, perversión y emoción, teniendo bien en claro en su recorrido, que uno no es nadie cuando llega, y menos aún cuando todos se fueron.
Luces de Faro, entre rezagados.
Margaret Tacher, Conferencia sobre el neo-liberalismo , agosto de 1982:
“La competitividad es fundamental porque sirve para separar el polvo de la paja, a los hombres de los niños, a los competentes de los incompetentes..Su única finalidad es la de gestionar todo tipo de recursos, sean físicos, naturales, humanos o Es nuestro deber celebrar la desigualdad y asegurarnos de dar proyección al talento y la destreza de los dotados para que abunde en beneficio de todos."
La primera ministra británica discípula expresaba a partir de estas palabras un discurso de corte plenamente Darwinista. Su programa para amalgar a la sociedad británica de dichos tiempos, cansada de los constantes fracasos del Partido Laborista, podría definirse con estas tres siglas. “NHA” (No Hay Alternativa).
Nacido en la fabril ciudad de Sheffield, el 19 de septiembre de 1969, Jarvis Cocker vio desde temprana edad, a la música como un refugio para paliar sus miedos y vergüenzas personales, y a la vez como manera de autentificar mediante la música el malestar que lo acogía desde su adolescencia.
Así, entre los escombros de las fábricas abandonadas por la crisis del petróleo, decide armar su primera banda denominada “Arabicus Pulp”, para después rebautizarla simplemente como Pulp.
Así, a principios de los 80’, e inspirados en tibias melodías folk y New Wave, lanza en 1983 “It” sin ningún miembro, exceptuando a él, de la formación que lo consagraría en los 90’. Toda esa susceptibilidad de aquellas personas de inestable personalidad y que no detenta la fortaleza para someterse al salvajismo régimen cultural de la nueva era Tacheriana, parece afectar a Jarvis, en un disco que suena a deseo por escapar de sí mismo. Así, los temas narran luces que iluminan un camino a medias “My Lighthouse”, ardor por la impotencia de no ser querido “Wisful Thinking”, y otros irónicos como el folk, “Love Love”. Más allá de cierta influencia del grupo Wham!, el disco resulta neutro emocionalmente y bastante discreto musicalmente, por lo que salvo Jarvis, el resto de los miembros abandona la formación.
En 1986, con la incorporación de Russell Señor y Candida Doyle, la banda lanza Freaks mediante el sello Fire Records. .El disco parece una obra “post dark”, en dónde se describe toda esa otredad que Tachert y los suyos deslindaban como supuestas atrocidades de la humanidad y sin chance alguna para la recomposición. Así, describe los salones de belleza como anoréxicos de espíritu, (“Anorexic Beauty”), “amos del universo”, que en verdad solamente son paladines de la masturbación (“Master of the Universe”) y “Fairground”, una especie de pieza tribal mística musical, que sintetiza el concepto de grotesco oculto bajo las frívolas alfombras del gobierno de la Dama de Hierro. La experimentación musical de “Freaks”, no termina de ser fina, perdiendo las canciones impacto emocional, cosa que desde una óptica más sintética y efectiva, podían realizar grupos más disciplinados musicalmente como The Cure con su “Kiss me, Kiss me, Kiss me” o New Order en “Brotherhood”.
Decide momentáneamente dejar la música y se muda a Londres junto con el futuro bajista de Pulp, Steve Mackey. Alentados por una sorpresiva convocatoria de Fire Records graban Separations en 1989, incorporando a Nick Banks en batería. Así, graban un disco que suena tenue o monocorde a nivel ideas, pero que cuenta con dos piezas magistrales, “My Legendary Girlfriend” y “Countdown”. La primera provocó que definitivamente Jarvis vuelva a apostar a la música como profesión al ser mencionada como canción de la semana por la revista NME, y “Countdown”, a través de meticulosas programaciones de caja de ritmos, burbujeantes teclados y acelerada melodía, permite que la voz de Cocker, finalmente explote de mantera plena, aprovechando esos fraseos desesperados, seductores y pegadizos.
Parecería que en el “conteo final” de dicho tema, hay un cierre y apertura a la vez. Cierre de esa sensación de sentirse aplacado por un régimen escatológico que ya no disponía ni de apoyo popular ni simbólico y terminación de cualquier tipo de duda existencial que atravesó a Jarvis durante varios años. Apertura de nuevos tiempos, los británicos sentían la necesidad de un cambio no sólo político, sino también de reactualización de sus histriónicas normas culturales. Los desplazados querían volver a mostrar voz, sin miedo alguno y alentaban una revolución psico-dinámica, no política ni ideológica, sino directa, turra y carnal. La letra de “Countdown”, sintetiza la idea anterior: “Keep very still, for the strangest things are about to happen."Oh I was seventeen when I heard the countdown start, it started slowly.That this time it was for real there was no place to hide. Oh so it went for several years I couldn't stand it. They say it's all a lie and now and now it's coming down. Oh baby now”. “Mantengánse muy quietos porque las cosas extrañas están a punto de suceder. Cuando tenía diecisiete escuché que la cuenta regresiva empezaba lentamente. Por lo que fueron esos severos años que no pude soportar. Ellos dicen que es todo una mentira y ahora se viene todo abajo. Si ahora nena”.
Así en dicha búsqueda, menguando entre la pesadumbre y la consagración, entre el abatimiento y el hedonismo, describió en sus canciones una carretera de emociones cotidianas, narradas con sensualidad, perversión y emoción, teniendo bien en claro en su recorrido, que uno no es nadie cuando llega, y menos aún cuando todos se fueron.
Luces de Faro, entre rezagados.
Margaret Tacher, Conferencia sobre el neo-liberalismo , agosto de 1982:
“La competitividad es fundamental porque sirve para separar el polvo de la paja, a los hombres de los niños, a los competentes de los incompetentes..Su única finalidad es la de gestionar todo tipo de recursos, sean físicos, naturales, humanos o Es nuestro deber celebrar la desigualdad y asegurarnos de dar proyección al talento y la destreza de los dotados para que abunde en beneficio de todos."
La primera ministra británica discípula expresaba a partir de estas palabras un discurso de corte plenamente Darwinista. Su programa para amalgar a la sociedad británica de dichos tiempos, cansada de los constantes fracasos del Partido Laborista, podría definirse con estas tres siglas. “NHA” (No Hay Alternativa).
Nacido en la fabril ciudad de Sheffield, el 19 de septiembre de 1969, Jarvis Cocker vio desde temprana edad, a la música como un refugio para paliar sus miedos y vergüenzas personales, y a la vez como manera de autentificar mediante la música el malestar que lo acogía desde su adolescencia.
Así, entre los escombros de las fábricas abandonadas por la crisis del petróleo, decide armar su primera banda denominada “Arabicus Pulp”, para después rebautizarla simplemente como Pulp.
Así, a principios de los 80’, e inspirados en tibias melodías folk y New Wave, lanza en 1983 “It” sin ningún miembro, exceptuando a él, de la formación que lo consagraría en los 90’. Toda esa susceptibilidad de aquellas personas de inestable personalidad y que no detenta la fortaleza para someterse al salvajismo régimen cultural de la nueva era Tacheriana, parece afectar a Jarvis, en un disco que suena a deseo por escapar de sí mismo. Así, los temas narran luces que iluminan un camino a medias “My Lighthouse”, ardor por la impotencia de no ser querido “Wisful Thinking”, y otros irónicos como el folk, “Love Love”. Más allá de cierta influencia del grupo Wham!, el disco resulta neutro emocionalmente y bastante discreto musicalmente, por lo que salvo Jarvis, el resto de los miembros abandona la formación.
En 1986, con la incorporación de Russell Señor y Candida Doyle, la banda lanza Freaks mediante el sello Fire Records. .El disco parece una obra “post dark”, en dónde se describe toda esa otredad que Tachert y los suyos deslindaban como supuestas atrocidades de la humanidad y sin chance alguna para la recomposición. Así, describe los salones de belleza como anoréxicos de espíritu, (“Anorexic Beauty”), “amos del universo”, que en verdad solamente son paladines de la masturbación (“Master of the Universe”) y “Fairground”, una especie de pieza tribal mística musical, que sintetiza el concepto de grotesco oculto bajo las frívolas alfombras del gobierno de la Dama de Hierro. La experimentación musical de “Freaks”, no termina de ser fina, perdiendo las canciones impacto emocional, cosa que desde una óptica más sintética y efectiva, podían realizar grupos más disciplinados musicalmente como The Cure con su “Kiss me, Kiss me, Kiss me” o New Order en “Brotherhood”.
Decide momentáneamente dejar la música y se muda a Londres junto con el futuro bajista de Pulp, Steve Mackey. Alentados por una sorpresiva convocatoria de Fire Records graban Separations en 1989, incorporando a Nick Banks en batería. Así, graban un disco que suena tenue o monocorde a nivel ideas, pero que cuenta con dos piezas magistrales, “My Legendary Girlfriend” y “Countdown”. La primera provocó que definitivamente Jarvis vuelva a apostar a la música como profesión al ser mencionada como canción de la semana por la revista NME, y “Countdown”, a través de meticulosas programaciones de caja de ritmos, burbujeantes teclados y acelerada melodía, permite que la voz de Cocker, finalmente explote de mantera plena, aprovechando esos fraseos desesperados, seductores y pegadizos.
Parecería que en el “conteo final” de dicho tema, hay un cierre y apertura a la vez. Cierre de esa sensación de sentirse aplacado por un régimen escatológico que ya no disponía ni de apoyo popular ni simbólico y terminación de cualquier tipo de duda existencial que atravesó a Jarvis durante varios años. Apertura de nuevos tiempos, los británicos sentían la necesidad de un cambio no sólo político, sino también de reactualización de sus histriónicas normas culturales. Los desplazados querían volver a mostrar voz, sin miedo alguno y alentaban una revolución psico-dinámica, no política ni ideológica, sino directa, turra y carnal. La letra de “Countdown”, sintetiza la idea anterior: “Keep very still, for the strangest things are about to happen."Oh I was seventeen when I heard the countdown start, it started slowly.That this time it was for real there was no place to hide. Oh so it went for several years I couldn't stand it. They say it's all a lie and now and now it's coming down. Oh baby now”. “Mantengánse muy quietos porque las cosas extrañas están a punto de suceder. Cuando tenía diecisiete escuché que la cuenta regresiva empezaba lentamente. Por lo que fueron esos severos años que no pude soportar. Ellos dicen que es todo una mentira y ahora se viene todo abajo. Si ahora nena”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario