viernes, 28 de noviembre de 2008

Jarvis Cocker: "Entre las ganas de pertenecer y la decepción de la adopción" Parte 3


Peregrino en la cuesta

Toda fiesta tiene su final. Así en los supuestos días de gloria, la resaca anímica y espiritual es cuestión de tiempo.
Recaído por los excesos toxicológicos, Jarvis aún muestra muñeca para darse cuenta de la funesto y fariseos que parecen estos supuestos años de gloria.
Así, elabora con los suyos “This is Hardcore”. El cuál más allá de la crudeza que evidencia su título, representa un mapeo claro existencialista y terrenal, (al contrario de Radiohead que busca el escape por fuera de lo cotidiano), de que ese supuesto paraíso edénico y socialista británico de días brillantes, era solo un erupto de paranoico cocaimáno.(“Glory Days, tiene en un single del disco una versión de idéntica composición musical pero diferente lirica y titulada “Cocaine Socialism”.)
Desde el inicio, el álbum suena luctuoso, como defenestrando cualquier intento de idolatría, sino mostrándose como un hombre como cualquier otro, que siente miedo, compasión, arrogancia o vergüenza, y que “no puede convertir el agua en vino, sino solo lavar los platos sucios” (“Dishes”).
Quizá a los 33 años luego de haber buscado tanto el reconocimiento, el sabor degustado le pareció rancio, y en el fondo la desesperanza y tristeza nos invade a todos por igual. La letra de “TV Movie”, resulta contundente: “Without you my life has become a hangover without end. A movie made for TV: bad dialogue, bad acting, no interest”. “Sin querer mi vida se ha convertido en una resaca sin fin. A movie made for TV: bad dialogue, Una mala película hecha para televisión: malos diálogo, bad acting, no interest.actuando mal, sin interés”. Pese a los méritos musicales This is Hardcore, resulta un fracaso en ventas comparado con Different Class. El encuentro entre incultos y alta alcurnia llega a su fin, y bajando la cuesta solo quedan por el año 98’, los restos de la fiesta de la Cool Britannia.
La revolución carnal y espiritual del Brit-pop, no tenía bases firmes ideológicas, y con el tiempo solo quedarían cenizas de su energía inicial. Jarvis se encierra, cada vez más en sí mismo, viendo como llegar a las estrellas, es más que nada en el rock, aspirar gramos blanco de su polvo, bien cerca de la vanidad obsoleta y lejos del fragor heroico que cambie las cosas para mejor.
Así, decide cambiar de vida, volverse vegetariano, refugiarse en paseos campestres y dejar las limousines por paseos en bicicletas.
Esta especie de volver a recrearse para purificarse, lo lleva a componer “We love Life”, editado en el 2001 y producido por uno de sus referentes musicales Scott Walker. Un álbum que parece no inscribir bien a Pulp, en la presente década, y que termina otorgando algún que otro chispazo en la balada “Birds in your Garden”, o “The Trees”, que hablan del estado botánico anímico de sus sentimientos por fuera del circo del rock. Con bajo número de ventas, termina su contrato con Island Records y Jarvis, decide tomarse un respiro y separar a Pulp.
Bernardo Damián Dimanmenendez

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