domingo, 3 de junio de 2007

Respirando modernidad, exhalando sensatez.


Relax (1984), la cuarta placa de la formación encabezada por Federico Moura, marca un quiebre musical en lo que respecta a sus anteriores trabajos, como asimismo en lo que respecta al patrón de sonido del rock nacional imperante por ese entonces. Luego del alejamiento de su principal guitarrista Ricardo Serra, debido a ásperas discusiones con Roberto Jacoby, (quién detentaba un rol de coautor de las letras junto a Federico Moura). Roberto Jacoby, era un integrante “semioutsider” , ya que este, solo escribía, (no cantaba, no tocaba ningún instrumento, ni tampoco participaba en presentaciones en vivo) y cobraba un monto ostensiblemente alto en lo que se refiere a las regalías, en relación con el resto de los integrantes de la banda. Por este motivo, Virus se ve obligado a modificar el patrón de sonido de sus canciones, (enraizadas en los riffs divertidos y minimalistas, y en los juegos de guitarras cruzadas), por un sonido que adquiera un matiz más oscuro a partir del uso más intenso de los teclados, sintetizadores, baterías electrónicas y el aporte de los Midis para programar las bases secuenciadas. En “Relax”, se ve una clara influencia del Synth Pop y del New Romantic, (con clara influencia del Depeche Mode de “Construction Time Again”, de Human League en su disco “Dare”, o de Soft Cell en el LP “The Art of Falling Extremes”), y más allá de lo específicamente musical, denota como Federico Moura construye una especie de triángulo equilátero artístico, (el cuál es un fiel reflejo de su propia personalidad bipolar), que según el lado en que uno se pose, puede encontrarse parado en el plano de la pulsión biológica, en el de la adicción narcótica compulsiva o en el de los males del corazón. Así, lejos de la ironía y/o parodia reflejada en los 3 discos anteriores, Federico Moura busca una especie de ergonometría (término usado por la arquitectura, el cuál es el estudio de las dimensiones de los elementos o de los objetos partiendo de las dimensiones del mismo ser humano, para lograr que estos mismos objetos maximizen su rendimiento. Por ejemplo: un sillón de cine es cómodo porque esta diseñado para que en ese espacio físico el cuerpo humano se sienta relajado y se adapte fácilmente al lugar.), de sus letras con respecto a las texturas de sonidos de las canciones, logrando crear en ese espacio habitado por las melodías de las mismas una especie de universo cómodo para las sensaciones del alma humana, ubicándose el mismo en un rol de “voyeaur” de sus propias limitaciones, falencias, virtudes y alegrías. El disco abre con “Sentirse bien”, en dónde a través un ritmo synth pop,(patrón melódico de todo el disco), pone como “modus operandi” el placer de lo espontáneo surgido de la líbido, lejos de toda coerción cultural.. A continuación en “Me Puedo Programar”, habla del cinismo que uno debe tener para poder estar enfocado y seguirle el ritmo a los demás, como si el mecanismo de un robot supliera las inconstancias del alma humana, todo sea por obtener algo de tranquilidad. Las ganas de salir de uno mismo de vuelta, y reinventarse nuevamente, como si el semáforo diera una nueva luz verde, se notan claramente en “Completo el stock”, y en las pegadizas “Desesperado Secuencia Uno” y “Amor Descartable”. En estas dos últimas canciones (en dónde se da un notable uso de las baterías electrónicas secuenciadas), se pone en juego claramente esa especie de triángulo equilátero y autorretrato de bipolaridad de Federico Moura, en dónde según la vara de observación se pose, “La ayuda”, que el reclama en “Desesperado Secuencia Uno”, puede ser tanto la de una persona que lo rescate de su abulia, como también lo podría ser de algún polvo somático. Similar es lo que ocurre en “Amor Descartable”, en dónde todo ese odio para curar, se lo encuentre siempre en algún lugar muy tarde, como si fuera la opción más viable y a posteriori desechable, (el mismo que puede tener una persona despechada que toma lo primero que encuentra como si el cuerpo ajeno fuera algo fácilmente reemplazable, y de la misma manera, que ocurre en el ritual devoto de un “yunkie” hacia su dosis, siempre “descartable” y de rápida ejecución.). En las cuatro canciones finales del disco, ese aparente equilateridad artística de Federico Moura, va a mostrar la efervescencia pulsional (“Juegos incompletos” y “Hago más“) y los vaivenes sentimentales para mal (“Dame una señal”) o para bien (“Persuadida”). “Juegos incompletos” y “Dame una señal”, se muestran como la parte más oscura del disco, en dónde se manifiestan los diferentes matices de una persona en la forma de relacionarse con otros. Por un lado en el “juego fácil”, en donde no se involucran sentimientos profundos, todo se vuelve en el fondo incompleto, y por el otro en la añoranza provocada una vez que se han mostrados sentimientos hondos y pese a que luego de un tiempo parecen extinguirse, siempre en algún lugar de nuestra mente nos azota la sombra de esa persona con la que fuimos compañeros del alma durante un buen rato. EL álbum cierra con “Hago más” y “Persuadida”, dos canciones de cierto tinte optimista, en dónde se denotan las ganas de intentar comerse el mundo, dado cuenta uno, de lo “dormidamente despierto”, que pasa la mayoría de sus días, (“nací en el sesenta y tres, y tengo como doscientos años, mi mente invernó, no supe distinguir, ahora puedo ver, que estaba equivocado”), canta Federico Moura en “Hago Más”, mientras que en “Persuadida”, se habla con ironía de aquellas personas que por un exceso de formalismo, se asustan de vivir la vida misma y como remedio a esto le oponen una inocente fantasía.
Así cierra “Relax”, un disco en dónde la modernidad, va de la mano de una gran sensibilidad por el arte, deviniendo en un disco de quiebre del rock nacional, tanto en lo que respecta a los patrones sonoros, como en la manera de volcar una nueva mirada sobre el cosmopolita argentino inmerso en la voraz selva asfáltica de mediados de los años 80’.
Bernardo Damián DimanMenendez

3 comentarios:

Andrés Aloy dijo...

creo que COMPLETO EL STOCK es de Kike Mughetti, un tipo que hizo pocos temas para Virus pero siempre de alto nivel, bah, al menos para mí, que no soy muy objetivo al pensar en mi adorado Virus.

Bernardo Damián Dimanmenendez dijo...

averiguame eso rulo, pero creo que es de federico. Saludos.

The eraser dijo...

Muy buena critica sobre uno de los mejores discos de Virus. Y como dijo Andres, Completo el stock es es de Quique.