domingo, 17 de febrero de 2008

María Antonieta del Rock


El pasado Domingo, Sr Tomate se presento en Plasma. La agrupación platense demostró en media hora, porque la dosis de su música psicótica y realista, sopla como una brisa retroactiva en lo que respecta a lenguaje musical, recuperando autenticidad lírica y sarcasmo compulsivo, y sin caer en el muro de lamentos “fashionistas”, al que a menudo como oyentes nos hemos acostumbrados, sobretodo a la hora de oír voces femeninas.

El domingo era cálido pero no tórrido, cerca de las 22 hs, Atmosferia, trío que busca una línea de composición en un power pop mezclado con ciertas dosis de climatología musical que atañen al post-punk de fines de los 70’.
Catárticos, sin pecar en languideces poéticas, y en dónde a través de dinámicos acordes de guitarra, que son seguidos por fraseos agudos de bajo y compacta batería, le otorgan como resultado musical final, temas de cierto ardor musical, sin llegar a auto-incendiar, (como muchas veces suele pasar con las bandas que buscan un cierto “epicismo” en los estribillos), en dónde destacaron, “La Maravillosa Antena”, (hipnóticos los arpegios de guitarra) y “Perfección”, dónde hay contundencia sonorosa directa y plana, que permite que la canción desde el inicio hasta el final, mantenga su sintonía enérgica, musical y celebratoria del mismo frenesí propuesto desde el vamos, (el tema es compositivamente lineal de principio a fin, sin por eso, pecar de monótono).
Más tarde, llegó el turno de los también platenses Sr Tomate. La agrupación cuenta con dos Eps editados, “La fruta desquiciada” (2004) y “Júbilo y sorpresa” (2005).
Los “Tomate”, suenan como si se tratará de una agrupación circense y “happeninera”, (en el sentido de que cada uno de sus integrantes cumple un rol fino y delicado en la banda y la forma de plantear la musicalidad de los temas, parecen despojarlo a uno de su rol pasivo de escucha, y sumarlo a una especie de festín irónico y sarcástico, dónde la polución sentimental posmodernista, parece ser limpiada a través de la dosis mordaz que parece ofrecer su repertorio lírico y sonoro).
Mucho se ha hablado de las influencias de Sr Tomate, personalmente pienso, que la banda tiene una línea de comunicación creativa, similar a la que sucedían en las cofradías del rock de fines de los 60’, en San Francisco, (Grateful Dead
, entre otros), no en el sentido de su genealogía sonora, sino que a partir de la fraternidad de experimentar sus integrantes conjuntamente experiencias similares, en un contexto determinado, se va a determinar su linaje musical.
Los Tomate, abren con “Ritmo de vida” y “Mente Peligrosa”, hasta llegar a ese himno a la holgazanería que es “Tu Tumba Cama”.
Luego de la dulce guitarra del principio, la letra va describiendo, toda una situación dual, de confort y desagrado, (la cama, como símbolo de seguridad frente al agobio exterior), pero también como síndrome de inacción, para poder cambiar esa hostil realidad, y para que el tema detente un crédito aún mayor, la voz grave de Poli, encaja perfectamente con la sintonía musical que el tema abraza.
Poli, parece asemejarse, a una especie de “María Antonieta del rock”, (renegada y visceral por unos momentos, como pueden ser la letra de “Tu Tumba Cama”, o “Manías”, y afable y esperanzadora por otras, como en las canciones “El control” y “Adónde vas”).
Si en los 90’, Suarez a través de Rosario Blefari expresaba, las esperanzas y penurias, a través de descripciones volátiles que buscaban sosegados lugares de encuentro y redención sentimental, (cuya huella indeleble quedo registrada en temas como “La Niebla” y “Saludos en la Nieve”), Sr Tomate, a través de Poli, encuentra en la parodia del retrato de “fotografías” actuales, de embote y constipación mental a las que las personas del siglo XXI están acostumbradas, un punto de partida hacia un cambio de rumbo, más sincero y afectuoso, pero sin buscar el escape hacia lugares o situaciones por fuera de la topografía terrestre, que hace al tracto dinámico del ser humano actual, sino a partir de la autorreflexión, de las situaciones descriptas o narradas. .
Así, “los tomate” prosiguen con su contagioso repertorio musical, destacando “La Palabra”, “La Tempestad”, “Infarto”, entre otros, y destacando esa capacidad para generar artilugios sonoros como son el uso de la melódica y trompetas (a cargo de Giovanni y Pedro Millenaar, respectivamente), para finalmente cerrar con la paródica, “Doña Doctora”.
El lugar que ocupa la mujer en el mundo del rock,(a partir de describir mayormente estas en su magma creativo, situaciones sentimentales lánguidas y previsibles, produce como resultado general final, que las damas participantes en este ámbito, sean lapidadas por la estructura machista del mismo.
La solución o remedio vendría por el lado de contextualizar su furia uterina, mezclando ironía cómplice y ensoñación carnal, y dejando de lado, todo repertorio estético “fashionista”, que sólo ayuda, a ponerlas en un lugar de “tropo” sexual y servilista.
Así, su música servirá como remedio cáustico frente a las voces opresoras fálicas, con las que muchas veces son despretigiadas, las “femmes” que se animan a contarle al mundo sus historias, sonidos mediante.
Algo de eso pareció asomar a través de la voz de Poli, y el aporte de los demás integrantes del conjunto, que hacen a la semilla creativa y musical de Sr Tomate.

Bernardo Damián Dimanmenendez

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